10 de la mañana, va a empezar la charla. Todo parece normal pero Miriam Martínez empieza a hablar y yo me voy sintiendo cada vez más nervioso. Me imagino en el mejor de los casos trabajando en una oficina en el centro de Madrid, cobrando un buen sueldo, y lo único que pienso es que eso no es para mí… Sería como un pájaro en una jaula, sin poder volar. Así que en esta situación tan graciosa me pongo a jugar con unas grapas que hay encima de la mesa y solo se me ocurre una palabra; frustración. Pero bueno, cosas que pasan…
La charla me ha parecido muy productiva, siempre es bueno que alguien venga y te ponga los pies en el suelo, porque aunque tú lo intentes todos los días, no dejas más que de hacerlo en tu cabeza, todavía no has palpado el mundo que te espera cuando salgas de las comodidades de la universidad. Como aporte personal, me ha servido para seguir pensando que de todo hay que aprender algo, hasta de cualquier tontería cotidiana, ya que creo que es ahí, en esa inquietud, donde está la fórmula mágica de los creativos sin gafas de pasta. Por lo tanto, más que enseñarme cosas, la charla de Miriam ha reafirmado algunas que ya creía, como la importancia de tener iniciativa, de saber un poco de todo, de leer, de crear y compartir tus proyectos personales… y me ha hecho recordar otra, que olvidé hace tiempo y que veo importante, aunque quizás ilusoria, que es la luchar por los sueños, algo que tanto nos venden en las películas y en los medios de comunicación y que pocas veces vemos en la realidad. Siempre he admirado a los que han luchado por sus sueños, pero no a los que lo han hecho desde una situación cómoda, sino a los que de verdad han tenido que jugarse la vida a una carta. No admiro tanto su talento, sino su valentía. Es gracioso pero el futuro que ahora me planteo es el que hace años me planteaba si llegaba a tirar la toalla. Vivir una vida normal… Siempre soñé con no vivirla.
En definitiva, y dejando de desvariar, se agradecen clases así, en las que ves a una profesora que está viniendo a darte una charla como favor y encima se pone nerviosa, quién sabe si porque de verdad le importa conseguir que te llegue su mensaje, ayudarte a afrontar la jungla laboral con ánimo y optimismo. Creo que nos ha dejado muy claro cuáles son las reglas del juego; porfolio, iniciativa y muchas ganas de trabajar… Ahora el que quiera participar ya sabe a lo que se enfrenta.
Nota: Podría escribir dos folios más sobre la charla, hablando sobre temas que se han expuesto o cosas que se han dicho, pero la verdad es que no tengo nada más que decir, salvo un “muchas gracias” para Miriam por tratar de ayudarnos a desenvolvernos mejor en el terreno de la publicidad y por dedicarnos un poco de su tiempo.
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